María Luisa de Parma, reina consorte de España junto a Carlos IV (1788-1808), es quizá una de las más conocidas de nuestra historia. Retratada repetidas veces por Goya, probablemente el dato más conocido de su biografía es su supuesta relación adúltera con Manuel Godoy, a quien ella habría elevado al cargo de secretario de Estado. Por ello, la reina pasó al imaginario colectivo como manipuladora de la voluntad de su marido y causante última de la crisis del reinado y la invasión francesa de 1808. Este cuadro de decadencia y corrupción en la Corte de Carlos IV está siendo revisitado críticamente desde mediados del siglo pasado; marco historiográfico en el cual desarrollo mi tesis doctoral para estudiar la acción política de la reina, sus mecanismos y su significado en la dinámica de gobierno.
El objetivo de esta charla, pues, es doble. Por un lado, explicar el origen de los rumores contra la reina como forma de oposición en su presente, destinada a deslegitimar a la monarquía y perpetuada a través de las grandes Historias Generales decimonónicas. En este sentido, haremos referencia a cómo la interpretación errónea de los cuadros de Goya ha contribuido a la imagen del rey cornudo y bobo, la reina manipuladora y su ambicioso amante. Por otro lado, pretendo mostrar cómo las fuentes documentales evidencian que la reina participó del gobierno de manera conjunta con su marido a través de actividades como la presencia en el despacho con los ministros o la recepción de solicitudes de todo tipo. Así, hablaremos de cómo la abundante correspondencia conservada entre la reina y Godoy se asemeja mucho más a un epistolario entre amigos que hablan de cuestiones políticas y cotidianas que a las cartas de dos amantes. El caso de la reina María Luisa es ejemplificativo de cómo hemos creado –y mantenido– una memoria colectiva basada en clichés que nos hacen sentir cómodos en un relato fácil: la mujer culpable, el invasor externo o el pueblo salvador frente una monarquía corrupta. Por ello, la historia de esta consorte nos habla también de cómo trasladamos nuestros prejuicios e ideas presentes al pasado.
Conferencia de Alicia Fernández Montenegro, residente, doctoranda en Historia moderna, Universidad de Málaga.