En la España de los siglos XVI y XVII, la búsqueda de una unidad religiosa y cultural se convirtió en uno de los grandes proyectos de la monarquía. El Edicto de Granada de 1492, que decretó la expulsión de los judíos, no fue solo un acto de fe: también respondió a la necesidad política de crear un enemigo interno que reforzara la cohesión del nuevo Estado.
Pero entre las personas que decidieron quedarse surgieron los «conversos» y los «criptojudíos», comunidades que vivían entre la aceptación pública del cristianismo y la fidelidad secreta a su antigua fe. Perseguidos con dureza por la Inquisición, su memoria se transformó: sin libros, sin ritos comunitarios, las tradiciones se volvieron fragmentos orales cada vez más frágiles.
En ese vacío nació la figura del «marrano»: descendientes de judíos que, desarraigados de su herencia y sometidos a la religión oficial, se movían en un espacio ambiguo. Esa identidad fracturada, lejos de ser un simple resto de clandestinidad, abrió la puerta a un pensamiento más secular y crítico, que anticipaba los dilemas de la modernidad.
En esta charla, por tanto, abordaremos un pequeño recorrido histórico de esta disidencia que constituyó un pensamiento secularizado dentro de España.
Conferencia de Mario Sánchez-Pardo Olivares, residente, Doctorando en Filosofía y Estudios hispánicos, Université Sorbonne Nouvelle / Universidad Complutense de Madrid.